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PEDRO YAYA: ARTÍFICE DE NUESTRO COSMOS INTERIOR

La magia y el misterio del color, la luz y el movimiento que caracteriza el arte pictórico del argentino Pedro Yaya sirve de puente conductor  hacia un territorio apenas explorado: nuestro cosmos interior. Este artista plástico es creador de un mundo cromático que explora nuestra espiritualidad, conocido por el Mentalismo Hermético, movimiento que busca el desarrollo espiritual y la unificación del yo con todo lo que existe en el cosmos, a través de las percepciones que él explora en su obra pictórica. Según Yaya: “El Mentalismo es una dimensión plástica. La dimensión de la energía del color y el movimiento dados a través de diversos materiales, técnicas y combinaciones… El Mentalismo tiene como finalidad última, despertar el infinito adormecido en el interior del ser humano.” Este manifiesto estético-espiritual nos atrapa, asombra y nos sumerge en una travesía tras el desciframiento de los símbolos e imágenes   expresados  en su obra. Nuestra conexión es inmediata, ante nuestros ojos se revela un fascinante e intrigante universo pictórico-poético en el que las formas, los colores, impresiones y sensaciones pueden por sí ser porteadores de sus propios mensajes, enraizados en la temática espiritual del artista.

 

En esta era de alta tecnología y de vida a toda velocidad, la obra de Yaya es una salida (o respuesta) al deshumanizante materialismo que cosifica al ser humano. A través del efecto visual que produce el manejo impresionista del color, las imágenes entre lo abstracto y figurativo, el espectador inicia una travesía hacia la búsqueda e interpretación de los grandes misterios de la vida. Tal es el caso, de las obras: “Luna azul sobre Manhattan” (Aceite en canvas,1996), “Danza del árbol diluyéndose en el todo” (Óleo sobre madera,1994),  “Proyección cósmica de la totalidad” (Lápiz color sobre papel), “Composición infinita” (Govache sobre papel, 1991)…    

 

El virtuoso del pincel crea en sus “canvas” su “estética cósmica” de raíz  espiritual, creadas con gran belleza y perfección estética. Con ojos de profeta, Yaya crea un mundo celestial de imágenes alegóricas de nuestro cosmos interior, que estimulan nuestra capacidad simbólica y nos conectan con todo lo que existe en el universo. Tal como lo expresó Ernst Cassirer: “El hombre no vive en un universo puramente físico sino en un universo simbólico. Lengua, mito, arte y religión… son los diversos hilos que componen el tejido simbólico…”

Este mundo multicolor de galaxias caraterizado por el color, las formas geométricas, el movimiento y la energía se ha expuesto en distintos países; entre éstos: Argentina, Perú, Chile, Estados Unidos y Brasil. En este último país, en el que reside hace años, continúa con su pasión por el arte y lo desconocido. Es impresionante el currículo artístico de Yaya, que muestra sus galardones recibidos y éxitosas exhibiciones individuales y grupales en varios países, especialmente en la ciudad de Nueva York. En esta ciudad realizó su última exposición  “Danza Cósmica” (2000) en Casa Galería Ángelus, espacio cultural creado por la que escribe esta reseña. Los asistentes, profesores, estudiantes, artistas y amigos, tuvieron la oportunidad  de conocerlo  y formar parte de un taller de arte ofrecido por el mismo artista. ¡Fue una exitosa exhibición la del Maestro Pedro Yaya!

Con una iconografía intuitiva y de perfección formal el artista expresa en sus obras ideas-imágenes que armonizan con  su concepción  estética-filosófica, Su arte nos sumerge en la  danza cósmica, centro/fuente de la vida  y de los auténticos valores espirituales porque como bien lo expresara el sabio poeta Rumi: “Todo lo que se mueve en círculos proviene del centro.” Podemos apreciar, que  Yaya “no pinta sólo por pintar” ni para decorar espacios, para él “el arte debe rescatar la verdad del universo y revelarla a los hombres para que la humanidad no decaiga en su evolución espiritual, que es el verdadero sentido de la vida.”

 

Rosa Velázquez

Septiembre 2014

 

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